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ENAP

La historia de una cocinera que lleva 13 años preparando los alimentos de los jóvenes que se forman para ser Oficiales de la Armada de Colombia y de la Marina Mercante.

Cocinar para cerca de mil personas, tres veces al día, es una tarea titánica que adelanta el personal de la Comisión de Alimentos de la Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padilla”. Entre ellos, se encuentra Viviana Moreno Palacio, una cocinera que demuestra cada día que cocinar es un acto de amor.

“Yo cocino como si fuera para mis hijos porque, así como cocino aquí cocino en mi casa” afirma Viviana, mientras prepara el pollo, que servirán en la cena de los alumnos del Batallón de Cadetes y los Infantes de la Compañía de Seguridad de la Escuela Naval de Cadetes.

Este sentido de pertenencia, además de ser una cualidad de Viviana, se explica también porque su familia ha estado ligada a la Fuerza Pública en Colombia desde sus ancestros. Dos de sus tíos portaron el uniforme de la Armada de Colombia, su padre sirvió en la Policía Nacional, hasta ofrendar su vida en una emboscada en Chocó; y una de sus hermanas trabaja también como civil de planta en la Base Naval ARC “Bolívar”. 

Así mismo, el arte culinario es un legado que se ha transmitido de generación en generación. Su abuelo fue chef y su madre trabajó en restaurantes por mucho tiempo.

“Eso viene de familia. Mi abuelo era cocinero en el Gloria y fue chef. Duró muchos años. Fue pensionado de la Armada, pero ya murió (…) Desde muy niña mi mamá tuvo restaurante, cuando estábamos en Barranquilla, ella tenía fondas de comida y desde muy niña a mí me gustó cocinar y me gusta porque Dios me ha dado como un don, un arte” relata Viviana. 

Los turnos de trabajo están divididos en tres, con cinco integrantes cada uno. El trabajo en equipo es una de las premisas de este personal que diariamente asume la responsabilidad por la preparación de los alimentos. El compañerismo y amistad de Viviana es reconocido por sus compañeros y superiores.

“Viviana es una excelente persona, una muy buena cocinera. Es una persona que le da empeño a su cocina, a su preparación. Ama su profesión y a su Escuela Naval” afirma el Teniente de Navío Julián Mariño, Jefe de la Comisión de Alimentación de la Escuela Naval de Cadetes.

Su relación laboral con la institución comenzó en el año 2008. Han sido años de capacitación y experiencia que hoy le permiten agradecer las oportunidades recibidas y la impulsan a dar lo mejor de sí en la cocina. Su recompensa más grande, es la satisfacción de los hombres y mujeres que degustan sus recetas hechas con amor.